40 ediciones del Plan de Transición al Trabajo
En el curso 2025/26 se imparte la 40ª edición del Plan de Transición al Trabajo (PTT), una de las modalidades de los actuales Programas de Formación e Inserción (PFI)[i] que organiza el Departamento de Educación y Formación Profesional (DEFP) en colaboración con las administraciones locales. En efecto, el PTT empezó a impartirse en el curso 1986/87 en el entonces Instituto Politécnico Virgen de la Merced, en el barrio de la Zona Franca de Barcelona, con 4 grupos y un total de poco más de 60 alumnos.
Como todos los PFI, los PTT ofrecen el primer nivel de cualificación profesional y se adscriben a las diferentes familias profesionales en que se organiza la FP. Su singularidad, que los diferencia de las demás modalidades de PFI, radica en la presencia conjunta del DEFP y las administraciones locales en su organización y realización. Cada PTT es el resultado de un acuerdo singular y específico entre la autoridad local del municipio donde se imparte y la administración educativa. Ambas administraciones comparten la organización, la provisión del profesorado y la financiación según los términos fijados en el acuerdo bilateral de colaboración. El profesorado de cada PTT conforma un equipo docente integrado por docentes del Departamento y de la administración local correspondiente. Solo en aquellas localidades donde existe un único grupo el profesorado es exclusivamente del DEFP.
40 cursos de un programa formativo creado a partir de la colaboración institucional entre la administración educativa y las administraciones locales constituyen una experiencia poco frecuente en el sistema de educación y FP de Cataluña. Por este motivo, desde esta modesta ventana queremos recordar brevemente sus orígenes y su evolución.
¿Qué es el Plan de Transición al Trabajo?
El PTT es actualmente una modalidad de los PFI que organiza la administración educativa, con carácter voluntario, para aquellos chicos y chicas que han terminado o han abandonado la ESO sin graduación. Se trata de un colectivo juvenil que no dispone de la capacidad de proseguir estudios secundarios no obligatorios ni de la formación mínima para acceder al mercado laboral con garantías.
El PTT nació en 1986 con el objetivo central de facilitar la preparación y cualificación básica de los jóvenes descalificados que les permitiera su acceso e inserción en el mercado de trabajo a partir de la consecución de una formación suficiente, tanto educativa como profesional, y el estímulo de su continuidad formativa.
Con esta perspectiva se trabajan tanto contenidos de educación general como de iniciación profesional, acción tutorial y orientación, y se llevan a cabo un conjunto de actividades de introducción de los jóvenes en el mundo del trabajo y de las profesiones a partir de ejercicios de trabajo de campo en empresas de su entorno.
Este diseño de educación y formación corresponde al grupo de edad al cual se dirige el PTT desde sus inicios: los jóvenes mayores de 16 años sin titulación de enseñanzas secundarias, pero ya en edad laboral. Por estos motivos, beneficiarios y objetivos, el programa se configura como una Formación Profesional de nivel 1 o inicial.
El PTT se basa en dos principios esenciales de intervención en su praxis educativa:
- La cooperación institucional, concretada en el acuerdo bilateral Ayuntamiento–Departamento de Educación y FP, y en el trabajo diario de equipos docentes mixtos (profesorado del Departamento y de la administración local).
- La consideración de la empresa como un espacio formativo y de aprendizaje de los jóvenes a partir de su entorno inmediato. La realización de actividades de descubrimiento y conocimiento del mercado de trabajo y de las profesiones desde el territorio.
El programa, de hecho, se adelantó a la LOGSE y se anticipó a los Programas de Garantía Social (PGS) establecidos por la ley, tanto en lo referente al grupo de edad (16 a 20 años) como a los objetivos definidos: la cualificación básica para la vida activa de estos jóvenes y la posibilidad de proseguir su continuidad formativa. La experiencia del PTT supone, pues, una pequeña aportación catalana en la configuración de dichos programas.
A lo largo de los años, el programa ha demostrado su capacidad de adaptación a los diferentes cambios introducidos por las sucesivas leyes de educación y a los diversos modelos de programas establecidos en cada ley: primero los Programas de Garantía Social (PGS, LOGSE, 1990), después los Programas de Cualificación Profesional Inicial (PQPI, LOE 2006) y finalmente los PFI creados en Cataluña tras la eliminación de los PQPI en la LOMCE de 2013.
La oferta de PTT incluye la mayor parte de las 14 familias profesionales que se imparten actualmente en los PFI, buscando en cada programa la especialidad más adecuada al tejido empresarial del territorio con el objetivo de establecer alianzas con las empresas, promover su colaboración y favorecer la inserción profesional de los jóvenes.
Origen y evolución del PTT
El PTT nació en 1986 a partir de un acuerdo entre el Departamento de Enseñanza, a través de la Dirección General de FP, y el Ayuntamiento de Barcelona, con la participación de las concejalías de Educación y de Sants-Montjuïc. El acuerdo se sitúa en el marco de las iniciativas de reforma de las enseñanzas secundarias y profesionales que culminaron con la aprobación de la LOGSE en 1990. Inspirado en las experiencias de renovación pedagógica y de lucha contra el abandono escolar prematuro de los jóvenes en distintos estados de Europa occidental –y en un contexto de gravísimo desempleo juvenil– el PTT se planteó como una acción de cooperación institucional de ámbito territorial (barrio, en aquel momento, municipio más adelante) para ofrecer recursos educativos, formativos y orientación personalizada a los jóvenes en situación de fracaso o abandono escolar. Fue una iniciativa poco frecuente en aquellos tiempos en los que no abundaban las colaboraciones entre los departamentos de la Generalitat y las administraciones locales.
A partir de su tercer curso de funcionamiento, ambas administraciones valoraron positivamente la experiencia y extendieron el PTT a otros distritos de la ciudad como Nou Barris, Esquerra de l’Eixample (Escuela del Trabajo) y Sant Martí. Fuera de Barcelona el Departamento de Enseñanza también encontró otros ayuntamientos interesados en iniciar la experiencia. Concretamente Badalona, El Prat de Llobregat y Manresa fueron los primeros ayuntamientos en organizar PTT en su municipio siguiendo el modelo iniciado en la Zona Franca. Toda esta primera extensión del PTT se realizó con anterioridad a la aprobación y despliegue de la LOGSE. Al comenzar la implantación de los nuevos PGS, en aplicación de la ley, el PTT ya estaba en funcionamiento en 11 municipios catalanes y contaba con más de 800 jóvenes matriculados.
Desde aquellos lejanos inicios, el PTT ha seguido un crecimiento lento en muchos momentos, pero constante a lo largo del tiempo hasta alcanzar una considerable extensión y presencia territorial. La ampliación de la oferta de PTT en nuevos municipios o la ampliación de grupos allí donde ya existía el programa se ha reforzado en los últimos cursos, en especial a partir del 2018/19. Si bien ha desaparecido de algunas ciudades, como Barcelona o Mataró, la participación municipal se ha ido ampliando y adaptando a las diversas características y necesidades de los diferentes territorios.
En el curso actual[ii] la oferta del PTT es de 149 grupos con 2.384 plazas. Esto supone algo más de un tercio del total de grupos y plazas de los PFI públicos (446 grupos y 7.052 plazas). El DEFP tiene este año 71 convenios de colaboración vigentes, establecidos con administraciones locales de muchas comarcas del país. El volumen de la oferta de PTT muestra una estabilización cuantitativa en los últimos años y a la vez una cierta extensión territorial. Esta contradicción se explica por el hecho de que, si bien el programa ha desaparecido de las dos ciudades mencionadas (lo que supone la reducción de unas 300 plazas), ha compensado esta reducción con la creación del PTT en nuevos municipios y comarcas.
La cooperación institucional, clave de la pervivencia del PTT: la contribución de las administraciones locales
La larga existencia del PTT como programa específico en Cataluña se explica principalmente por su carácter dual. La participación conjunta de la administración educativa y la local en cada programa es la razón principal de su estabilidad y permanencia a lo largo de los años. También de su capacidad para adaptarse sin problemas a los cambios y modificaciones que las leyes posteriores a la LOGSE han ido introduciendo.
La colaboración institucional permite combinar recursos, los del sistema educativo y los de las administraciones locales, y trabajar con los jóvenes de una forma mucho más transversal, en la que a la intervención propiamente educativa y formativa del equipo docente se pueden añadir, si el caso lo requiere, otros recursos municipales en ámbitos complementarios como promoción económica, salud y juventud. Esta capacidad de combinar recursos interdisciplinarios facilita una acción integral más personalizada en el trabajo tutorial y educativo del profesorado.
Otra característica del programa ha sido su capacidad de adaptarse a diferentes territorios, desde los urbanos por excelencia hasta los más rurales. De hecho, existen PTT que pueden calificarse de barrio junto con otros plurimunicipales o de tipo comarcal, con participación de mancomunidades de municipios o de Consejos Comarcales según el caso.
La participación de las administraciones locales supone un valor añadido en el trabajo educativo y formativo de esta tipología de jóvenes. Por una parte, porque facilita el tratamiento personalizado de estos, de sus problemas y carencias al posibilitar una intervención más holística y combinar recursos educativos y locales adaptados a cada persona. Por otra, porque mejora el conocimiento y la relación del programa con las empresas y el tejido productivo del territorio. Finalmente, porque conforma equipos de profesorado más polivalentes donde trabajan conjuntamente profesionales de ambas administraciones, la educativa y la local. Todos estos elementos hacen de los PTT unos PFI con singularidad propia y, según recogen estudios realizados recientemente[iii], mejoran un poco los resultados todavía modestos de los PFI en términos de inserción laboral y continuidad formativa.
En conclusión, la participación de las administraciones locales (ayuntamientos, mancomunidades de municipios, Consejos Comarcales) modula cada programa a las características particulares y más específicas de cada territorio y permite ajustar mejor sus recursos a las condiciones y necesidades de los jóvenes a los que atiende.
El PTT y la empresa
Además de la intervención de las administraciones responsables, el PTT siempre se ha planteado, desde sus inicios, dirigirse al mundo del trabajo, a las empresas. Estas son el tercer actor del programa. La empresa concebida tanto como espacio de descubrimiento, formación y aprendizaje, como la destinación final para conseguir la inserción laboral. La relación entre el PTT y la empresa constituye un elemento clave para mejorar la motivación de la juventud en su formación y alejarla del absentismo propio de los jóvenes “ni-ni” (ni trabajan, ni estudian). En este aspecto, la cooperación institucional, a través del apoyo del área de promoción económica del ayuntamiento respectivo, favorece la relación del programa con las empresas de su entorno y genera acciones de cooperación en el binomio formación/empresa: realización de prácticas en centros de trabajo, colaboración en los contenidos profesionalizadores del programa y, a un nivel superior, favorecer la inserción laboral de los jóvenes.
Comentario final
La larga trayectoria del PTT durante sus 40 ediciones ha demostrado su funcionalidad. Curso tras curso, muchos jóvenes han podido mejorar su cualificación educativa y profesional gracias al trabajo de un profesorado capacitado y dedicado a su labor (que ejerce no solo una tarea docente sino también una función de orientación y acompañamiento de los jóvenes). Sin embargo, el PTT, al igual que los demás PFI, presenta todavía unos porcentajes de abandono o de no superación del curso que tienen sin duda margen de mejora. Este sigue siendo el reto: superar los efectos de la no graduación en ESO, mejorar la formación de base y promover tanto la continuidad formativa como el acceso al mercado de trabajo de los jóvenes, en las condiciones actuales y haciéndolo con las profundas modificaciones que el cambio tecnológico ha supuesto en el mundo de las profesiones y en el mercado laboral.
Confiamos en que la existencia del Plan de Transición al Trabajo solo termine cuando ya no sea necesario, es decir, cuando se ponga fin al abandono escolar prematuro y se logre la graduación de todos los chicos y chicas al acabar la ESO. Hasta que eso no sea posible, deseamos una larga vida al PTT.
Xavier Farriols, Francesc Colomé, Josep Francí y Oriol Homs.
[i] El Departamento de Educación y FP oferta tres modalidades de Programas de Formación e Inserción: Plan de Transición al Trabajo (PTT), Programas de Iniciación Profesional (PIP) y cursos de Formación y Aprendizaje Profesional (FIAP).
[ii] Los datos correspondientes al curso actual han sido facilitados por el Departamento de Educación y FP.
[iii] “Los programas de formación e inserción y las administraciones locales”. F. Colomé, X. Farriols, J. Francí, O. Homs; Fundació Jaume Bofill, 2024