La Formación Profesional: clave de oportunidades y motor esencial para el progreso europeo

“La formación profesional es clave para impulsar el talento y la competitividad de nuestro tejido empresarial.”
—Pol Fages

La Formación Profesional (FP) se ha consolidado como un elemento esencial para afrontar los retos empresariales y productivos de Cataluña y Europa. Muchas empresas y organismos intermedios, alineados con la Declaración de Osnabrück (2020), apuestan por adaptar la oferta formativa a las necesidades reales de las empresas, promoviendo una FP de calidad, inclusiva y flexible, orientada al aprendizaje permanente, la digitalización, la sostenibilidad y la colaboración entre agentes sociales, empresas y proveedores de formación.

Prioridades y retos europeos

La Declaración de Osnabrück establece cuatro prioridades para el período 2021-2025:

  • Reforzar la resiliencia y excelencia de la FP.
  • Impulsar una cultura de aprendizaje permanente, con especial énfasis en la digitalización.
  • Integrar la sostenibilidad y la transición verde en la FP.
  • Reforzar el Espacio Europeo de Educación y Formación y la dimensión internacional de la FP.

Los actores de la FP destacan la necesidad de marcos políticos coordinados, inversión adecuada, cooperación entre profesionales y formadores, y la adopción de tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial, la realidad aumentada y la realidad virtual. También subrayan la importancia de ampliar las oportunidades de aprendizaje a lo largo de la vida, mejorar la orientación profesional y reconocer las cualificaciones obtenidas en terceros países.

Diagnóstico e indicadores en España

Según el Education and Training Monitor 2024 de la Comisión Europea, España presenta algunos puntos fuertes y varios retos:

  • Abandono escolar prematuro: En 2023, la tasa era del 13,9 %, claramente superior a la media de la UE (9,5 %) y aún lejos del objetivo europeo del 9 % para 2030. Persisten diferencias regionales notables y una mayor incidencia entre chicos.
  • Competencias básicas: Los resultados de PISA 2022 indican que España tiene porcentajes de alumnado con bajo rendimiento inferiores a la media de la UE, pero el rendimiento en matemáticas es especialmente preocupante, y la proporción de alumnado excelente es baja.
  • Educación infantil: Con una participación del 97,2 %, España supera la media europea (94,2 %), lo cual representa un punto fuerte.
  • Estudios superiores: El 48,2 % de los jóvenes de 25 a 34 años tienen estudios superiores, por encima de la media de la UE (43,1 %) y ya se ha alcanzado el objetivo europeo del 45 % para 2030.
  • Formación a lo largo de la vida: El 34,1 % de los adultos han participado en actividades formativas en los últimos 12 meses, por debajo de la media europea (39,5 %) y muy lejos del objetivo nacional del 60 % para 2030. La participación es especialmente baja entre personas con baja cualificación (15,4 %) y mayores de 55 años (23,4 %). Esta es la llamada “paradoja del aprendizaje a lo largo de la vida”: cuanto más bajo es el nivel educativo inicial, menor es la participación formativa a corto, medio y largo plazo.
  • Competencias digitales: El 66,2 % de la población de 16 a 74 años tiene competencias digitales básicas (media UE: 55,6 %). Sin embargo, solo el 39 % posee competencias digitales avanzadas y la proporción de especialistas TIC sigue siendo insuficiente.

Para mejorar estos indicadores, España ha implementado reformas curriculares y programas como el PROA+ para reducir el abandono escolar, así como iniciativas para acreditar competencias profesionales y ampliar la formación digital del profesorado. A pesar de ello, la formación para personas desempleadas llega solo al 6,6 % de los beneficiarios, y la participación de las pymes en la formación continúa siendo limitada.

FP y cohesión social

El Informe 2024 del Observatorio de la Formación Profesional en España (Dualiza-La Caixa) coincide con las prioridades europeas, pero pone más énfasis en la dimensión social de la FP. Destaca el papel de la FP dual para la inclusión social y la mejora de la empleabilidad, especialmente entre colectivos vulnerables. El informe subraya el efecto protector de la FP ante el desempleo y la pobreza, y la necesidad de ampliar la participación de los grupos vulnerables, así como adaptar la oferta a las realidades territoriales.

Digitalización, IA y mercado laboral

La transición digital impulsará la creación de empleos en programación, I+D, telecomunicaciones, educación y formación. Aunque la IA y la automatización pueden sustituir tareas y empleos —especialmente en comercio, construcción y distribución—, también generan nuevas oportunidades en TIC y mejoran la calidad del empleo. Se estima que, para 2035, la automatización y la IA podrían reducir el empleo un 5 %, según el ritmo de implementación.

Al mismo tiempo, la transición ecológica y energética genera nuevas oportunidades laborales: se prevé que más de la mitad de los futuros empleos verdes requerirán titulaciones de FP, especialmente en sectores como energías renovables, agricultura, construcción, industria y sanidad. El aumento del alumnado en ciclos “verdes” de FP confirma esta tendencia.

El progreso digital exige inversión en capital humano y formación en competencias digitales e inteligencia artificial en todos los niveles. Actualmente, el 42 % de los trabajadores tienen carencias en IA, pero solo el 15 % reciben formación específica. Contar con competencias digitales sólidas es imprescindible para la productividad y la empleabilidad en Europa.

Conclusiones y recomendaciones

  • La FP es esencial para la competitividad empresarial y la cohesión social.
  • España destaca en educación infantil y estudios superiores, pero debe seguir mejorando en abandono escolar, competencias básicas y participación en la formación a lo largo de la vida.
  • Es necesario reforzar la formación digital, la innovación pedagógica y la colaboración con el tejido empresarial.
  • La FP dual, la orientación profesional y de carrera, el acompañamiento y la adaptación a la realidad territorial son claves para la inclusión y la lucha contra la desigualdad.
  • La transición digital y verde requiere una apuesta decidida por la formación en competencias digitales, inteligencia artificial y sostenibilidad para garantizar que el mercado laboral pueda afrontar los retos presentes y futuros.

Xavier Matheu de Cortada
Ex Experto Senior y Directivo en la Fundación Europea de Formación (ETF)

NOTAS: